¡Mi esposa anuncia su Islam!
Entonces, me fui al piso de arriba a pensar en lo que estaba sucediendo y comencé a hablar con mi esposa sobre todo este asunto. En ese instante me anunció que también ingresaría al Islam ya que sabía que era la verdad.
¡Conmoción!
Ahora estaba realmente conmocionado. Bajé, desperté a Mohamed y le pedí que me acompañara afuera para que discutiéramos. Caminamos y discutimos durante toda esa noche.
¡La verdad a mi alcance!
Para el momento en que Mohamed se alistó para orar el Fayer (oración matutina de los musulmanes) ya era consciente de que finalmente había alcanzado la verdad y que a partir de entonces dependía de mí hacer mi parte. Me dirigí al fondo, a la parte trasera de la casa de mi padre y encontré una lámina de madera en el suelo; ahí mismo, de cara hacia la dirección en que los musulmanes rezan cinco veces al día, apoyé mi frente en el piso.
¡Guíame! ¡Oh Dios! ¡Guíame!
Así, con mi cuerpo sobre la madera y mi cabeza en el suelo, supliqué: “Oh Dios, si estás ahí, guíame, guíame”.
Revelación
Momentos después, alcé mi cabeza y noté algo. No, no vi aves ni ángeles ni luces brillantes o destellos en el cielo, tampoco escuché voces o música. Lo que noté fue una transformación dentro de mí. En ese instante advertí, más que nunca antes en mi vida, de que era el momento en que debía cesar con todo tipo de engaños y trampas. Era tiempo de que realmente me esforzara por ser un hombre recto y honesto. Supe cómo debía conducirme.
Lavar el pasado
Subí las escalera y me duché con una clara convicción de que al bañarme quitaba de mi cuerpo al viejo pecador en que me había convertido a lo largo de mi vida. Y ahora estaba entrando a una nueva y fresca forma de vida, basada en la verdad y la prueba.
Conversión
Aquella mañana, a las 11 a.m. aproximadamente, anuncié mi shahadah (testimonio público sobre la unicidad de Dios y la calidad profética de Muhammad, que la misericordia y las bendiciones de Dios sean con él) de pie y ante dos testigos: el ex sacerdote, anteriormente conocido como Padre Peter Jacob y Mohamed Abdel Rehman.
“Atestiguo que no existe deidad alguna con derecho a ser adorada excepto Dios Todopoderoso, Único y sin coparticipes; y atestiguo que Muhammad es Su siervo y mensajero”.
Mi esposa prosiguió
Minutos después, mi esposa prosiguió declarando el mismo testimonio, tan sólo que el suyo fue ante 3 testigos (siendo yo el tercero).
Tiempo después, mi padre
Mi padre fue más reservado respecto a este asunto y tomó algunos meses más antes de realizar su shahadah (testimonio de fe). Sin embargo, finalmente se acercó al Islam y comenzó a ofrecer sus oraciones junto a mí y al resto de los musulmanes en la mezquita local.
¡Los niños también!
Los niños fueron sacados de su escuela cristiana y puestos en escuelas musulmanas. Hoy en día, 10 años después, ya han memorizando gran parte del Corán y las enseñanzas del Islam.
La esposa de mi padre manifiesta su fe
Antes de morir la esposa de mi padre reconoció que Jesús no pudo ser hijo de Dios, aunque debió haber sido un importante profeta de Dios, pero no el mismísimo Dios. Pocos meses luego de esta declaración falleció, a los 86 años de edad. Que Dios acepte su manifestación fe, amén.
Un hogar de musulmanes recientemente convertidos – ¿Qué sigue?
Tómese un momento y reflexione. Un hogar entero, con personas de diversas posiciones y grupos étnicos que se unieron a través de la verdad para aprender a conocer y venerar al Creador y Sustentador del Universo. Piense. Un sacerdote católico, un ministro de música y predicador del evangelio, un capellán ordenado y constructor de escuelas cristianas, los niños, incluso una bisabuela… ¡Todos se convierten al Islam!
Bajo Su guía y misericordia
Tan sólo gracias a Su misericordia fuimos guiados hacia la auténtica verdad del Islam. Al retirar los obstáculos que nos ensordecían y enceguecían, y los precintos sobre nuestros corazones, comenzamos a ser encaminados por Él.
Ahora ustedes tienen un resumen sobre la historia de mi acercamiento y conversión al Islam. En internet podrán encontrar más información e imágenes acerca de esta experiencia. Por favor, tómense el tiempo de visitar la página y luego de escribirme al mismo correo electrónico para que compartamos verdades basadas en pruebas, y entonces comprendamos nuestros orígenes, propósitos y metas en esta vida y la próxima.
Desde que escribí mi historia y ésta se publicó en internet, diversos sitios la tomaron y la convirtieron en un ejemplo famoso de cómo “pastores y sacerdotes se convirtieron al islam”.
Les agradezco nuevamente por su visita. Le agradezco especialmente a nuestro amigo cristiano por su correo electrónico. Si no lo hubiese enviado probablemente aún se encontraría incompleta la tarea de comunicar, de una vez por todas, la forma en que mi familia, amigos y yo nos convertimos al Islam.
Por favor, siéntanse libres de compartir esta historia con otros. Incluso podrían imprimirla y hacer copias para todos. Difundan nuestros enlaces, publiquen nuestra historia en sus sitios en la red o páginas de blog, reenvíen esta experiencia a través de correo electrónico a todos sus conocidos. Dios mediante, ella podría cambiar la vida de otros, así como cambiaron las nuestras.
Que Dios los guíe en su travesía hacia la verdad. Amén. Y que Él libere nuestras mentes y corazones hacia la realidad de este mundo y el propósito de esta vida, amén.
Que la paz y guía de Dios Todopoderoso, Creador y Sustentador del universo, sea con ustedes.
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Por Yusuf Estes
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