Existen cinco simples pero esenciales observaciones que todos los musulmanes practicantes aceptan y siguen. Estos “Pilares del Islam” representan el corazón que une a todos los musulmanes.
1- La “Declaración de Fe”:
El musulmán es quien declara que “nadie merece adoración sino Dios, y Muhámmad es mensajero de Dios.” Esta declaración es conocida como la “shahada” (testimonio). Alá es el nombre árabe para Dios, así como Yahvé es el nombre hebreo para Dios. Al hacer esta simple declaración uno se convierte en musulmán. La declaración afirma la absoluta creencia del Islam en la unicidad de Dios, Su derecho exclusivo a ser adorado, así como también la certeza de que asociar cualquier otra cosa a Su divinidad es un pecado imperdonable, como leemos en el Corán:
{Alá no perdona que se Le asocie nada; pero fuera de ello, perdona a quien Le place. Quien asocie algo a Alá comete un gravísimo pecado}. [ Corán 4:48].
La segunda parte del testimonio de fe afirma que Muhámmad, la paz sea con él, es un Profeta de Dios tal como Abraham, Moisés y Jesús lo fueron antes de él. Muhámmad trajo la última y definitiva revelación. Al aceptar a Muhámmad como el “sello de los profetas”, los musulmanes creemos que esta profecía confirma y completa todos los mensajes revelados, comenzando con el de Adán. Por otro lado, Muhámmad cumple el rol de modelo a través de su vida ejemplar. El esfuerzo de los creyentes por seguir a Muhámmad refleja el énfasis del Islam en la práctica y acción.
2- La Oración (Salat):
Los musulmanes rezamos cinco veces al día: al comienzo del día, al mediodía, media tarde, luego de la puesta del sol y por la noche. Esto ayuda a que los creyentes tengamos presente a Dios ante el estrés del trabajo y la familia. Reorienta el foco espiritual, reafirmando nuestra total dependencia de Dios, y pone los asuntos mundanos ante la perspectiva del juicio y la vida del mas allá. Las oraciones consisten en una serie de palabras y movimientos, pararse, inclinarse, arrodillarse, apoyar la frente en el suelo y sentarse. La plegaria es un medio por el cual se mantiene la relación entre Dios y Su creación. Incluye recitaciones del Corán, alabanzas a Dios, plegarias para el perdón y otras varias súplicas. La oración es una expresión de sumisión, humildad, y adoración a Dios. Las oraciones se pueden ofrecer en cualquier lugar limpio, en grupo o solo, en una mezquita o en el hogar, en el trabajo o en el camino, puertas adentro o afuera. Es preferible rezar en grupo con otros como una unidad adorando a Dios, mostrando disciplina, hermandad, igualdad y solidaridad. Cuando nos preparamos para rezar, los musulmanes nos orientamos hacia la Meca, la cuidad sagrada en cuyo centro se encuentra la Kaaba – la casa de Dios construida por Abraham y su hijo Ismael.
3- La Caridad Obligatoria (Zakat):
En el Islam, el verdadero dueño de todo es Dios, no el hombre. La gente posee fortuna como un signo de confianza de Dios. El Zakat es una forma de adoración y agradecimiento a Dios a través de un acto concreto e impostergable: ayudar a los pobres. Esto también es una manera de purificar la riqueza personal. Consiste en una contribución anual del 2.5 por ciento de los ahorros y activos individuales. Por lo tanto, el Zakat no es una mera “caridad”, es una obligación social de quienes reconocemos haber recibido nuestra fortuna de Dios para satisfacer las necesidades de los miembros de la sociedad menos afortunados. El Zakat se utiliza para mantener a los pobres, huérfanos y viudas; ayudar a los que están endeudados, y en los viejos tiempos, se utilizaba para liberar esclavos.
4- El Ayuno de Ramadán (Sawm):
Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico, en el que ayunamos. Todo musulmán sano debe abstenerse desde el amanecer hasta la puesta del sol de comida, bebida y actividad sexual. El ayuno desarrolla la espiritualidad, la autodisciplina necesaria para corregir vicios y costumbres perjudiciales, sentido de dependencia de Dios e identificación con los menos afortunados. También se realiza una oración especial en las mezquitas en donde se oyen las recitaciones del Corán. Las familias se levantan antes del amanecer para tomar la primera comida del día y poder permanecer en ayunas hasta la puesta del sol. El mes de Ramadán termina con una de las dos mayores celebraciones islámicas, la festividad de la Finalización del Ayuno, llamado Eid al-Fitr, que se destaca por su jovialidad, visitas familiares e intercambio de regalos.
5- El quinto Pilar es el Hayy o Peregrinación a la Meca en Arabia Saudita
Al menos una vez en la vida, cada musulmán adulto que tiene las condiciones físicas y financieras, debe ocupar algo de su tiempo, fortuna y confort para hacer la peregrinación o Hayy, poniéndose a sí mismo al total servicio de Dios. Cada año más de dos millones de creyentes de diferentes culturas y lenguajes, viajan de todo el mundo a la sagrada ciudad de La Meca para responder al llamado de Dios.
¿Quiénes son musulmanes?:
La palabra árabe “Muslim” significa literalmente “quien se encuentra en estado del Islam (sumisión a la voluntad y ley de Dios)”. El mensaje del Islam esta dirigido al mundo entero, y cualquiera que acepte este mensaje se convierte en un musulmán. Hay alrededor de mil millones de musulmanes en el mundo. Los musulmanes representan la mayoría de la población en cincuenta y seis países del mundo. Mucha gente se sorprende al saber que la mayoría de los musulmanes no son árabes. Aunque muchos árabes son musulmanes, hay árabes que son cristianos, judíos o ateos. Sólo el 20 por ciento de los musulmanes del mundo viven en países árabes. Se encuentran importantes poblaciones de musulmanes en India, China, repúblicas de Asia central, Rusia, Europa, y América. Si uno ve la cantidad de gente que vive en el mundo musulmán – de Nigeria a Bosnia y Marruecos a Indonesia – es fácil percatarse que los musulmanes somos de diferentes razas, grupos étnicos, culturas y nacionalidades. El Islam ha sido siempre un mensaje universal para la gente. El Islam es la segunda religión más grande de Estados Unidos. Sin embargo, muy pocas personas conocen lo que es el Islam.
Fuente: islamreligion.