Artículos nuevos
Hermanos y hermanas, teman a Al-lah y recuérdenlo siempre en sus corazones, sus palabras y sus acciones, porque Al-lah está con quien Lo recuerda, dijo Al-lah en un hadiz Qudsi (el relato en el que el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, menciona que Al-lah dijo, y no es parte del Corán): “Yo soy según la consideración que Mi siervo tenga de Mí. Estoy con él cuando Me recuerda, y si lo hace en su ser, Yo lo recuerdo en Mi Ser; si Me recuerda en público ante un grupo de personas, Yo lo menciono en frente de un mejor público que ellos”.
Alabado sea Al-lah, Quien legisló ritos religiosos para Sus siervos y los perfeccionó; les aclaró sus límites, sus partes obligatorias y sus partes recomendadas. No dejó a Sus siervos con dudas sobre su religión ni cosas faltantes en la adoración. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, no murió hasta haber dejado a su gente en conocimiento pleno y claro de la religión. Alabado sea pues Al-lah.
Creyentes, paguen el Zakat antes de que se les acabe el dinero o lo gasten en cosas innecesarias. Sepan que ustedes son como unos viajeros en esta vida y que el dinero que Al-lah les ha concedido, lo ha puesto en sus manos como un depósito que deben cuidar, pues no saben cuándo se acabará.
En el nombre de Allah, Todas las alabanzas son para Allah,
¡Siervos de Al-lah! Se aproxima un mes grandioso y una época pródiga, en la que se multiplican las bendiciones y se restringen las faltas. Se trata del mes de Ramadán en el que se reveló el Corán, es el mes del ayuno y el rezo, el mes de las limosnas, el bien y la caridad. Su inicio es misericordia, su parte media es perdón y su final es liberación del fuego.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Glorificado sea, alaben a su Señor por la gran bendición de haber dispuesto el Islam como religión, la mejor y la más justa, puesto que ha dado a cada asunto el derecho que le corresponde .
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, y reflexionen en la gran sabiduría que estableció en todos los actos de adoración que nos ordenó, y en todos los males y pecados que nos prohibió; y sepan que Él no prescribió los actos de adoración porque estaba necesitado de nosotros, al contrario, Él prescinde de todas las criaturas, pero nos ha ordenado todos estos actos de adoración porque somos nosotros quienes estamos necesitados de Él y porque todos nuestros asuntos –religiosos y mundanos– dependen de Él.
El Islam se basa en cinco pilares: Atestiguar que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah y que Muhammad es Su Mensajero, establecer la oración, pagar el Zakat (contribución social obligatoria destinada a los más necesitados), ayunar el mes de Ramadán y Peregrinar al recinto sagrado de la Meca. Y estos cinco principios son muy sencillos y fáciles, todos ellos tienen como objetivo perfeccionar nuestros modales, purificar nuestros corazones y corregir las diversas situaciones que se presenten en la vida de las personas.
Al-lah nos ha ordenado purificarnos de la impureza menor (estado que anula la ablución, más adelante se explicará cuáles son estos anuladores) y mayor (tal como el coito, el contacto entre los órganos sexuales, masculino y femenino, la eyaculación, la menstruación y el puerperio). Quien quiera rezar tiene que realizar la ablución en la forma prescrita por la ley islámica.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, sapan que son hermanos en la fe y que esta hermandad y unión en la creencia es más fuerte que cualquier otra unión o alianza. El Día del Juicio de nada servirá el linaje, puesto que los mejores amigos en el pecado o la incredulidad serán enemigos unos de otros, excepto los temerosos de Al-lah. Por eso, ¡oh creyentes!, establezcan esta hermandad amándose unos a otros, sintiendo cariño mutuo y deseándose el bien unos a otros, cooperando para hacer el bien y llevando a cabo todas las obras que fomenten y aumenten dicha hermandad, y apartándose de todas las causas que la debiliten y disminuyan. Pues esta comunidad (Umma) no será una comunidad fuerte y firme hasta que sea tal como la describió su Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, al decir: “Los creyentes son como una edificación, unos apoyan a otros”.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, y sepan que es muy recomendable para cada persona el dar caridad por cada una de sus articulaciones, pero no es una caridad restringida solamente al dinero, sino que cualquier palabra o acción que sirva para acercarse más a Al-lah es caridad. Se reporta en Bujari y Muslim, que el Profeta que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él dijo: “Por cada articulación que tiene la persona debe ofrecer una caridad, cada día que salga el sol”
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, completen su fe siguiendo aquello que trajo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, tanto sus órdenes como sus informes, pues la felicidad sólo se consigue obedeciendo a Al-lah y a Su Mensajero, y siguiendo su método y su camino. ¡Hermanos en la fe! Dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Un musulmán es el hermano de otro musulmán: él no lo oprime ni lo abandona cuando está oprimido. A quien ayude a su hermano, Al-lah lo ayudará; a quien alivie a su hermano de alguna angustia, Al-lah lo aliviará de alguna de sus angustias el Día de la Resurrección; a quien cubra la falta de un musulmán, Al-lah cubrirá sus faltas el Día de la Resurrección”.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, y sepan que la paciencia es tan importante para el Islam como lo es la cabeza para el cuerpo, no ha completado la fe aquel que no es paciente, y Al-lah hará que sea de los pacientes aquel que se esfuerce por ser paciente. Sepan que a una persona no le es dada mejor bendición que la paciencia, con ella se evidencia quiénes son los de gran voluntad y determinación y quiénes son los cobardes y débiles.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, y reconozcan Sus numerosas bendiciones para con ustedes al haber establecido diversos actos de adoración a fin de llegar a los más altos niveles y rangos. Él nos ha legislado actos de adoración muy fáciles como bendición para el cuerpo, el corazón, la vida y el más allá, y Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades.
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Glorificado sea, sean firmes en esta religión, sean monoteístas apegados a esta predisposición natural en la que han sido creados, y esto lo conseguirán purificando el interior y el exterior. En cuanto al interior: purificar el corazón de adorar a otros junto a Al-lah, y adorarle solamente a Él y obrar rectamente; y en cuanto a purificar el exterior, es parte de ello lo que se reporta en Sahih Muslim de ‘Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Diez asuntos son parte de la Fitra (predisposición natural en la que Al-lah ha creado al ser humano): recortarse el bigote, dejar crecer la barba, usar el Siwak (cepillo de dientes hecho de las ramitas del árbol Arak; en la actualidad el cepillo de dientes convencional cumple con esta misma función), aspirar agua con la nariz (para limpiarla), cortarse las uñas, lavarse entre los dedos, depilarse las axilas, afeitarse el pubis y lavarse las partes privad
Para algunos la relación entre religión y ciencia es una paradoja, para otros, al mencionarse estas palabras vienen a la mente persecuciones, contradicciones y condenas, pero muy pocos piensan en los desarrollos e invenciones en los distintos campos de las ciencias que aportaron los musulmanes empujados por su religión al descubrimiento y la investigación de la creación de Dios.
Folleto de presentación del Islam. El Islam no es sólo una religión, es una forma de vida completa y el camino a la felicidad, la tranquilidad y el éxito en ésta vida y la próxima. El Islam es un código de vida que nos enseña sobre alimentación, vestimenta, valores humanos, sexualidad, familia, política, economía y deporte.
Muchos de los académicos que critican o defienden una religión y su cultura presentan una cisión parcial de la misma, es decir, no son neutrales y tienden a presentar apologías basadas en prejuicios y no en conocimiento directo.
Este folleto demuestra que los profetas Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad, rezaban y adoraban a Dios como lo hacen hoy los musulmanes, apoyando su frente en el suelo.