Adriana Decker, una joven doctora de Canadá estuvo en medio de 3 millones de musulmanes parados sobre ‘Arafah buscando el perdón de Al-lah. Élla recuerda su dura transición de monja católica a devota musulmana que ocurriera 7 años atrás. Ahora, ella está regresando a casa con una clara misión y un mensaje para otros. Todas las alabanzas y agradecimientos son para Al-lah, y la paz y las bendiciones sean sobre Su Mensajero. Al-lah, Éxaltado sea, Dice: {Ciertamente la primera Casa erigida para los hombres es la de Bakkah [la Ka ‘bah], en ella hay bendición y guía para la humanidad, también signos evidentes. Éntre ellos está el sitial de Abraham. Quien ingrese en ella estará a salvo. És una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas]. Y quien niegue lo que Al-lah Ha prescripto, sepa que Al-lah prescinde de todas las criaturas.} (Corán 3:96-97) Él Hayy es el quinto pilar del Islam. Én otras palabras, es obligatorio ir y visitar la Ka’bah una vez en la vida. Él significado léxico de Hayy es “tener la intención, hacer, desear”. Cuán afortunadas son las almas bendecidas con las siguientes palabras del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam: «Quien realice el Hayy buscando la complacencia de Al-lah y no pronuncie allí ninguna palabra mala ni cometa ninguna mala obra, retornará de él (libre de pecado) como en día en que su madre lo trajo al mundo» .[Bujari y Muslim] “Ciertamente no hay recompensa alguna para un Hayy Mabrur excepto el Paraíso”. [Bujari y Muslim] Él Hayy es una preparación para nuestra misión en el Islam, porque el peregrino comienza su Hayy repitiendo la frase “Labaik”, que significa: “Aquí estoy para escuchar y obedecer”. Por lo tanto, se supone que el entrenamiento del Hayy nos prepara para llevar a cabo esta misión del Islam cuando regresamos. Desafortunadamente, muchos de nosotros hemos sido testigos de acciones y celebraciones después del Hayy que son totalmente contradictorias con su filosofía. Éruditos religiosos de todo el mundo han advertido a estos peregrinos sobre esas prácticas. Aquellos a quienes Al-lah Ha favorecido con la realización del Hayy y la ‘Ümrah deben estar agradecidos con Al-lah, Glorificado y Éxaltado sea, Quien los Ha escogido de entre Sus siervos para realizar estos actos de adoración; y ellos deben implorar a Al-lah Todopoderoso que Acepte sus buenas obras. Se espera que todos los peregrinos sean sinceros en sus intenciones y que hayan viajado esas largas distancias solo para buscar la complacencia de Al-lah al cumplir la obligación que recae sobre ellos. Por otro lado, se debe llamar la atención de los peregrinos hacia ciertos puntos que son necesarios y cuyo cumplimiento es de suma importancia, pero que muchos descuidan su significando. Primeramente la sinceridad de la intención debe permanecer incluso después de realizar el Hayy. No debe existir ostentación. La persona no debe desear ser llamada o reconocida como Hayyi, lo cual con el tiempo, desafortunadamente, ha sido reducido a un símbolo de estatus. Muchas personas adoptan el hábito de hablar frecuentemente sobre su viaje para que la gente sepa que hizo el Hayy. Éllos hablan sobre los gastos hechos en el camino de Al-lah, la caridad que dan a los pobres y necesitados, su devoción y adoración, su ayuda a los débiles y los ancianos, etc. Ésto es una trampa de Satanás con la que arruina la adoración sin que la persona ni se dé cuenta. Por tanto, es de gran importancia que el peregrino no hable sobre su Hayy sin necesidad, ya que esto puede llevar a la Ri’a (exhibicionismo, demostración, falta de sinceridad). Sin embargo, si surge la necesidad y la persona tiene que hablar sobre su Hayy, entonces tiene la libertad de hacerlo, pero no debe caer en este tipo de conversaciones innecesariamente. Él hadiz que explica que la señal de un Hayy Mabrur, o un Hayy aceptado, es que al regresar la vida del peregrino cambia para bien, se vuelve más interesado por la otra vida y menos preocupado por los placeres de esta vida. Se vuelve totalmente presuroso para cumplir las órdenes de Al-lah. Por lo tanto, es esencial que el peregrino sea cuidadoso con sus acciones y trate tanto como se le sea posible de desarrollar un buen carácter y abstenerse de todo tipo de malas acciones. Debe hacer su mejor esfuerzo para cumplir las obligaciones establecidas por Al-lah y evitar todas las cosas que &Éacute;l Ha prohibido. También, aconsejamos al peregrino que después de su retorno de la Tierra Sagrada mantenga su mente y su alma unidas a Al-lah, recordándolo constantemente; porque Al-lah Todopoderoso Dice (lo que se interpreta en español): {Y cuando hayáis terminado con los ritos que debéis realizar [el Día del Sacrificio] recordad a Al-lah como recordáis a vuestros padres, y más aún…} (Corán 2:200)
Él Hayy, como el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo en el hadiz, purifica de los pecados y hace que la persona sea como un recién nacido y, por tanto, esté más cerca de Al-lah. És así que es importante para los peregrinos hacer su mejor esfuerzo para preservar este estado de pureza. Éminentes eruditos religiosos han dado algunos consejos para embellecer nuestra fe después del Hayy:
1. Tratar de estar consciente en el Dhiker (el recuerdo de Al-lah), porque el Dhiker nos ayuda a acercarnos a nuestro Señor y a alejarnos de Satanás.
2. Permanecer firmes en realizar el Salah (la oración) y demás deberes religiosos.
3. Leer y reflexionar sobre el Corán diariamente.
4. Permanecer en compañía de musulmanes religiosos.
5. Ocupar el tiempo en buenas acciones tanto como sea posible.
6. Mantenerse alejado del Haram (lo prohibido), porque después del Hayy la persona debe comenzar una nueva vida, la cual se supone que debe estar limpia.
7. Transmitir el mensaje del Islam invitando a las personas y dando un buen ejemplo.
8. Suplicar a Al-lah que Haga que tu corazón permanezca firme y obediente a &Éacute;l de la forma en que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, lo enseñó.
Él Sheij Ahmad Kutty recomendó el siguiente Du’a (súplica): “Al-lahumma, ya muqal-liba al-qulubi zabbit qalbi ‘ala ta’atika” (¡Oh, Al-lah! ¡Tu eres Quien cambia la situación de los corazones! ¡Haz a mi corazón firme en la obediencia a Ti!).
Él nuevo Hayyi debe esforzarse mucho en evitar el mal y los actos vergonzoso, especialmente después de que Al-lah Ha borrados sus faltas y lo Ha perdonado, como recompensa por realizar el Hayy. Ésto se basa en el hadiz en el que el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: «La recompensa del Hayy Mabrur (aceptado por Al-lah) no es sino el Paraíso» . También dijo: «(La realización de la) ‘Ümrah es una expiación por los pecados cometidos entre ésta y la anterior» . Éxisten muchos actos del Hayy cuya significancia no puede ser concebida por el hombre debido a sus limitadas capacidades intelectuales. Sin embargo, un musulmán acepta estos actos y los cumple debido a su obediencia y sumisión a Al-lah Todopoderoso. Todas esas interminables preguntas pueden inquietar nuestra mente, pero el hecho claro es que sus respuestas están más allá de la facultad limitada del ser humano, y lo único que se le exige decir es: “¡Éscucho y obedezco Tus órdenes, oh Al-lah! Tuyo es el ordenar y de mí el obedecer”. Por tanto, es necesario que todo Hayyi sea agradecido con Al-lah por haber sido escogido para realizar esos actos de adoración y, al mismo tiempo, implore Su aceptación de los mismos. Él consejo para tal persona, al regresar a su hogar, es que sea consciente de Al-lah, Glorificado y Éxaltado sea, cuando realice todo lo que Al-lah le Ha ordenado hacer de los demás actos de adoración, tales como la oración, el pago del Zakah, el ayuno, obedecer a sus padres, visitar a sus parientes, ser bondadoso con las criaturas de Al-lah, cumplir con los modales del Islam, adoptar los valores morales del Corán como una guía a seguir.
Él Hayy es considerado un honor y una bendición, implica la mayor responsabilidad sobre la que el ser humano será preguntado el Día del Juicio en caso de que, luego de haber regresado del Hayy haya incurrido en malas acciones. Al-lah Todopoderoso, Dice (lo que se interpreta en español): {Al-lah Ordena ser equitativo, benevolente y ayudar a los parientes cercanos. Y Prohíbe la obscenidad, lo censurable y la opresión. Así os Éxhorta para que reflexionéis. Cumplid vuestro compromiso con Al-lah. No quebrantéis los juramentos después de haberlos realizado, habiendo puesto a Al-lah como Testigo. Al-lah bien Sabe cuánto hacéis.} (Corán 16:90-91) La esencia de esto es que esta adoración (el Hayy) es obligatoria una vez en la vida. Sin duda, el Hayy es una oportunidad de oro para obtener el perdón de nuestros pecados, la purificación del alma y llenar el corazón con fe y tranquilidad. Éntonces, el peregrino hará uso de esto por el resto de su vida, recordando los lugares sagrados y todos los rituales (del Hayy), lo que fortalecerá su fe y lo ayudará a obedecer a Al-lah.
Éspero que quienes hayan ido al Hayy hayan aprendido valiosas lecciones de este viaje y las apliquen en su vida diaria, y que cumplan la responsabilidad hacia los demás hermanos musulmanes y la sociedad. Se espera que quien realiza el Hayy sea un modelo a seguir para los demás al regresar.
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