Mi nombre era James Den C. Bedico, pero ahora me llamo Afraz Saleem C. Bedico, un exmiembro de la Iglesia de Cristo (Iglesia In Cristo) en la República de Filipinas.
La Iglesia de Cristo es uno de los grupos cristianos más influyentes y el segundo más grande en las Filipinas, después de la Iglesia Católica de Roma. Nací y fui criado y bautizado en la Iglesia de Cristo ya que mis padres, mi hermano y mi hermana, y la mayoría de mis parientes, son miembros activos de dicha iglesia.
Durante mi primera infancia, yo era muy activo en la Iglesia de Cristo y asistía todos los jueves y domingos. Nunca me perdí un servicio congregacional, excepto en casos de enfermedad grave. Fui parte del coro y mis padres todavía mantienen posiciones claves en la iglesia, como diácono y diaconisa. Estudié la universidad en una institución propiedad de la Iglesia Ni Cristo, donde todos los estudiantes son miembros de la iglesia. En total, dediqué treinta años de mi vida como miembro de la Iglesia de Cristo. Jamás tuve la oportunidad de escuchar las enseñanzas de otras religiones.
En relación al Islam, jamás estuve interesado en aprender sobre él, en parte debido a que los musulmanes son una minoría en Filipinas. Por lo general, los veía mientras regresaba a casa, parecían miembros de alguna tribu, linaje sanguíneo o un grupo de nativos viviendo en las islas separadas de Filipinas. Jamás pensé que ellos tuvieran una religión, nunca escuché la palabra "Islam" durante mi infancia, o puede ser que jamás le di importancia a esa palabra. Básicamente, el Islam en Filipinas es una religión olvidada. Filipinas es una sociedad dominada por los cristianos, en especial en las partes norte y central del país. En la parte más sur, los musulmanes son bastante dominantes. Eso se debe a que están cerca de Malasia, un país musulmán del sudeste asiático.
Con el paso de los años, me fui alejando de mi religión, me sentía "vacío", como si anhelara algo. Entonces, a comienzos de 2012, tuve un extraño sueño sobre una niña musulmana que llevaba un hiyab (velo) que cubría todo su cuerpo con excepción de sus ojos. La niña tendría unos 6 años de edad, me estaba mirando desde una distancia de metro y medio desde donde yo estaba parado, cuando de repente pronunció las palabras "as-salamu aláikum". Me desperté sorprendido y confundido, ¿por qué iba a tener yo ese sueño?
Después de soñar con la niña musulmana, busqué en internet acerca de los musulmanes. Puse la palabra "Islam" y uno de los sitios web que aparecieron fue www.islamreligion.com. Visité el sitio y me sorprendí, porque jamás pensé que el Islam fuera una religión, y menos que predicara la UNIDAD Y UNICIDAD DE DIOS. Fue en ese momento que comencé a interesarme en el Islam. Mi interés alcanzó su punto máximo cuando leí un artículo acerca de Dios en el que se afirmaba que Él no tiene socios ni hijos. Esta doctrina era muy similar a la de mi anterior religión, pero había una diferencia significativa. Entre las creencias fundamentales que nos enseñaron, está que Cristo es el Hijo de Dios. Entonces, yo llegué a pensar que, si solo existe un único Dios y que Jesucristo es el hijo de Dios, entonces sería posible que Dios se multiplicara teniendo otro hijo. Este proceso podría continuar hasta que hubiera numerosos dioses que pudieran ayudar al Dios Único en sus labores como Dios. Fue por eso que perdí mi fe en mi anterior religión y comencé a profundizar en la fe islámica.
Visité continuamente la página www.islamreligion.com y leí algunos artículos esclarecedores sobre el Islam. Me impactó el método musulmán de las oraciones, me resultaba evidente que esas oraciones eran más holísticas, sinceras, humildes y sumisas a Dios Todopoderoso, en especial cuando los musulmanes realizan el rukú o inclinación (inclinarse es una forma de respeto ante un Maestro) y luego el suyud o prosternación. Hay mucho respeto en las oraciones que realizan los musulmanes. Me preguntaba por qué en mi religión anterior, durante las oraciones solo nos poníamos de pie y jugábamos con nuestras manos, ¡eso causa mucha distracción!
En mi mente, comencé a ver la belleza de las enseñanzas islámicas. Pensé que si nos inclinamos ante una persona para mostrarle respeto, ¿por qué no hemos de inclinarnos ante Dios Todopoderoso? Cuando nos apuntan con un arma, nos postramos ante la persona que nos apunta, rogándole misericordia; entonces, ¿por qué no postrarnos ante Dios Todopoderoso, Quien es capaz de provocar nuestra muerte y de poner nuestras almas en el Infierno?
Me di cuenta de que el Islam es una religión que llama a adorar a Dios con mucho respeto a través de oraciones sinceras, fe sólida y creencia fuerte.
Otra razón por la que abracé el Islam fue la vida del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Me sorprendió ver cómo los musulmanes cuidaron del Profeta hasta su último aliento y cómo se esforzaron por predicar la Unidad y Unicidad de Dios y propagar el mensaje de Dios.
Esta es la esencia del Islam, creemos firmemente en la UNIDAD Y UNICIDAD DE DIOS y respetamos al Mensajero de Dios, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él).
Ahora, como musulmán, mis acciones son más refinadas. Soy más temeroso y más consciente de Dios. Siempre recuerdo a Dios rezando con regularidad, Lo recuerdo en todo lo que hago a través de mis súplicas y me arrepiento ante Él cuando cometo faltas. Todos estos son cambios placenteros en mi vida. Disfruto mi religión y estoy muy feliz de haber abrazado el Islam como mi nueva religión. Estoy feliz de ser legalmente un converso al Islam aquí en Filipinas y ahora utilizo mi nombre islámico Afraz Saleem C. Bedico. Le agradezco al operador Samy del sitio web por haberme asesorado para pronunciar mi shahada (testimonio de fe), y le agradezco al operador Tariq por responder mis preguntas durante las sesiones de chat en vivo. También agradezco a www.islamreligion.com por ser una guía para quienes no conocen el camino de Dios.
ALHAMDULIL-LAH (todas las alabanzas son para Dios) por guiarme hacia el camino recto.
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Por James Den C. Bedico
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